Estrés Postraumático y Secuelas Psicológicas
El estrés postraumático es un trastorno de ansiedad que puede surgir después de que una persona viva un hecho traumático que le causó horror, miedo, impotencia o dolor.
Es habitual pasar por un breve estado de ansiedad o depresión después de sufrir un accidente de circulación, además las personas que lo padecen siguen volviendo a vivir el trauma una y otra vez, evitan a las personas, los pensamientos o situaciones relacionadas con el evento y sufren emociones excesivas.
A veces este estado emocional desaparece en breve, o con el transcurso de unos meses, pero en otras ocasiones se transforma en una alteración o trastorno crónico o irreversible.
Este padecimiento psicológico es el "gran olvidado" por las compañías aseguradoras a efectos indemnizatorios, a pesar de que en muchas ocasiones, a los accidentados les supone un mayor padecimiento, llegando incluso a ser más invalidante que las propias lesiones o secuelas físicas o corporales.
El accidentado debe complementar siempre, en estos casos, su tratamiento médico por las lesiones físicas del accidente, con el seguimiento psicológico o psiquiátrico, desde el inicio de los síntomas, para evitar que se cronifique el problema, puesto que las personas con este padecimiento, que sufren estos síntomas no pueden vivir como lo ha´cian antes del accidente de tráfico.
El nuevo baremo de tráfico, aprobado por la Ley 35/2015, de 22 de septiembre de reforma del sistema para la valoración de los daños y perjuicios causados a personas en accidente de circulación, que entrará en vigor el 1 de enero de 2016, amplía considerablemente los rangos de puntuación tanto de las secuelas derivadas del estrés postraumático, (pasa el baremo de 1-3 puntos, a 1-15 puntos), así como los trastornos permanentes de humor. (pasa el baremo de 5-10 puntos a 4-25 puntos).
Nos preocupamos de que recibas el tratamiento psicológico o psiquiátrico adecuado, y además de que la compañía te indemnice por estas secuelas en la cuantía que te corresponda.